LAS PRECURSORAS

El Primer período de la historia de la prensa de mujeres abarca las décadas de 1850 a 1890. Se denomina “Las Precursoras” porque se inicia la actividad de las mujeres haciendo prensa de mujeres. Es decir, la prensa que reflexiona sobre el lugar y rol social que ocupan las mujeres en la sociedad. El primer periódico que cumplió estas características en Chile fue El Eco de las Señoras de Santiago (Santiago 1865). Este periodo estuvo marcado por un orden oligárquico, excluyente y masculino. Esto significaba que la mayoría de la población no tenía derecho a participar políticamente. Ya sea porque no pertenecía a la clase social que controlaba el poder político y social, o porque pertenecía a una etnia estigmatizada, y/o por las normas de género que definían roles sociales para hombres y mujeres.

El orden masculinista estableció que las mujeres debían reproducir la sociedad desarrollando la función de madres y ángeles del hogar. Esta forma de concebir la sociedad castigaba a las mujeres (de todas las clases sociales y etnias) que buscaban expresarse públicamente e impedía que participaran políticamente. De la misma forma, existía una “generificación” de las prácticas de lectura y escritura. Esta generificación implicó establecer lecturas apropiadas para mujeres y varones que estarían de acuerdo con los roles sociales asignados: las mujeres como ángeles del hogar se les permitía hacer lecturas pías o de novelas románticas, consideradas livianas y a los hombres leer textos calificados serios e importantes, como ensayos de diversos temas.

Sin embargo, en este período vemos a las primeras mujeres que desafiaron esas normas y utilizaron la prensa como una estrategia para ingresar al espacio público. Estas son las precursoras. La mayoría de ellas formaron parte de una elite social o intelectual, y que coincidía con el porcentaje minoritario de población alfabetizada de la época. Además aprovecharon el espíritu liberal del país, ya que las leyes de la época permitían la libertad de prensa, por lo que en términos formales, cualquiera podía publicar un periódico. 

Varias de estas precursoras desarrollaban diversas actividades intelectuales. Fueron profesoras, escritoras, traductoras, entre otras actividades, que combinaban con la publicación de periódicos. También encontraron en la prensa una estrategia para desarrollar proyectos de compromiso social y político, por ejemplo para fomentar la educación de las mujeres o para desarrollar las letras nacionales o para plantear ideas políticas.

Estas precursoras descubrieron que la prensa ofrecía un formato que podía ser manejable para expresar sus ideas subrepticiamente. Primero usaron el anonimato y el pseudónimo. Luego desarrollaron tipos de periódicos como el periódico político, la revista literaria y la revista ilustrada. Según el tipo, podían mezclar textos, imágenes y secciones entre los que se camuflaban sus opiniones. Así podían saltar los controles sociales que definían qué podían leer o escribir las mujeres.  De esta forma, las mujeres se abrieron un lugar para ocupar el espacio público.