(21 marzo de 1886, Valparaíso – 1960, Santiago)
Elvira Santa Cruz nació el 21 de marzo de 1886 en la ciudad de Valparaíso, como la octava hija de una familia numerosa que llegó a ser conformada por diez hermanos y hermanas. Sin embargo, siendo Elvira muy pequeña su madre Carmen Ossa falleció, asumiendo el cuidado de la familia su padre, Joaquín Santa Cruz, de profesión abogado. No obstante, su padre se desempeñó como maestro secundario en literatura y filosofía, luego en cargos de administración pública como Juez e Intendente, además asumió cargos de representación política desde su militancia en el Partido Radical, siendo electo Diputado y Senador.
Elvira se educó en el colegio de las monjas del Sagrado Corazón, además estudio varios idiomas, literatura y sociología. También realizó varios viajes a Europa desde muy joven. Tempranamente se independizó de su familia desempeñándose como escritora, lidiando con los prejuicios sociales y la oposición de los suyos. Publicó su primera novela Flor silvestre en 1916, la que logró gran aceptación siendo reeditada en dos ocasiones. Luego le seguirían obras de teatro como La familia busquillas (1918) y El voto femenino (1920). Elvira recibió importantes reconocimientos en el extranjero: El premio de Castellano en la Universidad de California, y la medalla de Caballero de la Legión de Honor de Francia, país donde se recibió de socióloga.
En 1915 se unió al Círculo de Lectura iniciado por Amanda, y fue socia fundadora junto a Inés Echeverría Larraín y Delia Matte de Izquierdo del Club de Señoras de Santiago en 1916. Ambas instancias se centraron en desarrollo intelectual de las mujeres de la élite y de los sectores medio de la capital y la discusión sobre la necesidad de la emancipación de la mujer. La defensa de la mujer fue una de sus principales inquietudes.
Para la década de 1920, Elvira es una figura reconocida en el medio periodístico bajo el seudónimo de Roxane. Sus escritos fueron publicados en periódicos y revistas nacionales, principalmente en La Nación, El Mercurio y Familia, además se hizo cargo de la sección Crónica Social de la revista Zig Zag. También sus trabajos fueron publicados por la prensa de Buenos Aires y Montevideo.
Elvira no sólo destacó en el ámbito cultural, sino que fue socia fundadora y directora de varias organizaciones que abordaron, lo que en la época identificaban como, el problema social de la infancia. Entre esas organizaciones se destaca la Junta de Beneficencia Escolar que dirigió por varios años y que llegó a ser una importante institución de auxilio escolar. La junta se enfocó en proporcionar desayunos, almuerzos y establecer roperos y colonias escolares para los niños de familias obreras que asistían a las escuelas desde Arica hasta Magallanes.
La preocupación de la señorita Santa Cruz por la infancia la llevó a asumir la dirección de la revista para niños y niñas El Peneca de la Editorial Zig-Zag entre 1921 y 1951. A su llegada a la dirección El Peneca decaía en sus ventas, para superar esta situación promovió una nueva estrategia a la revista incorporando historias de héroes aventureros y portadas ilustradas coloridas y atrayentes. La popularidad que alcanzó esta revista bajo su dirección traspasó las fronteras al tener distribución a nivel latinoamericano.
No obstante, de forma paralela Elvira dirigió otros proyectos editoriales dentro de la misma editorial Zig-Zag, pero orientados a la difusión de la literatura infantil y juvenil como Mamita (Santiago, 1931-1933) y El Cabrito (Santiago, 1941-1948).
Elvira Santa Cruz falleció en 1960 en la ciudad de Santiago.
Referencias Bibliográficas
- Figueroa, Virgilio. Diccionario histórico biográfico y bibliográfico de Chile 1800-1930. Tomo IV y V. Santiago: Balcells & Co., 1931.
- Klimpel, Felícitas. La mujer chilena. El aporte femenino al progreso de Chile 1910-1960. Editorial Andrés Bello, 1962.
- Miranda, Marta. Mujeres Chilenas. Santiago: Editorial Nascimiento, 1940
- Sotomayor de Concha, Graciela, “La labor literaria de las mujeres chilenas” En Actividades Femeninas, Santiago de Chile: Editorial La Ilustración, 1928.
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