El segundo período de la historia de la prensa de mujeres abarca las décadas de 1900 a 1920. Se denomina “La explosión de las voces” porque mujeres de diversas clases sociales, intereses y con objetivos variados desarrollaron prensa de y para mujeres. Aquí vemos mujeres feministas, católicas, socialistas y anarquistas; organizadas en partidos políticos, sindicatos o agrupaciones de caridad y religiosas; de elite, clase media y trabajadora; profesionales y obreras; activistas de diversas causas, literatas y gestoras culturales que fundaron periódicos y revistas tanto comerciales como alternativas. Literalmente hay una explosión de prensa hecha por y para mujeres.
Este periodo estuvo marcado por la crisis del orden oligárquico que se vio presionado por la demanda por democratización de los sujetos sociales excluidos. También por las transformaciones del proceso de modernización que se había iniciado a fin del siglo XIX. Las ciudades crecieron por la migración del campo a la ciudad, el aparato estatal también creció y comenzó a ejercer nuevas funciones, como cubrir las necesidades educación. La población alfabetizada aumentó considerablemente, incrementando el público lector de periódicos y revistas. Por su parte la prensa mejoró con la introducción de nuevas tecnologías (máquinas de prensa, mejor calidad del papel, nuevas técnicas de impresión, entre otros). Así se inicia una industria editorial propiamente tal que comenzó a desarrolla productos de lectura orientado a públicos diversos. Periódicos y revistas iniciaron nuevos formatos, incluyeron nuevas secciones, como la entretención, se incorporó la imagen y la fotografía, entre otras novedades. En este contexto se entiende la gran variedad de publicaciones hechas por y para mujeres de éste período.
Por su parte, las mujeres a pesar de las restricciones de género que seguían operando, se afianzaron en el espacio público como sujetos que asumían que tenían derecho a participar y opinar. Surgieron organizaciones de mujeres de diversas orientaciones políticas: sindicatos y mutuales de obreras, organizaciones de caridad, coordinadoras de profesionales, clubes culturales, etc. Por su parte, las ideas feministas ya habían hecho eco desde el fin del siglo XIX en Chile, y con la internacionalización del movimiento sufragista, surgieron los primeros partidos políticos de mujeres en Chile.
De tal forma la prensa de mujeres fue el medio que encontraron las organizaciones de mujeres para expresar sus ideas. A la vez, las propias publicaciones se transformaron en un espacio de organización y articulación de las agrupaciones. También se utilizaron para establecer redes nacionales e internacionales. Por otra parte, la prensa sirvió a las mujeres para desarrollar proyectos artísticos, como fueron las revistas culturales, de literatura y cine. También la prensa sirvió como una forma de profesionalización para las mujeres, ya que muchas de ellas buscaron su sustento desarrollando empresas editoriales.
Se desarrollaron una variedad de tipos de periódicos y revistas. Un primer gran grupo fue el de la prensa política, donde encontramos periódicos feministas (feministas obreros y feministas liberales) y periódicos políticos conservadores (periódicos católicos y gremiales católicos). Otro gran grupo fue la prensa comercial donde encontramos la prensa de tipo cultural (especializada en cine, literatura y moda) y la prensa noticiosa.
De esta forma, las mujeres consolidaron su lugar en el espacio público.
♦ Eulogia Aravena Zamorano ♦ Esther Valdés de Díaz ♦ Carmela Jeria G. ♦ Lucila Azagra ♦ Dolores Labora ♦ Gabriela Mistral ♦ Inés Allende Aldunate ♦ Sofía de Ferrari Rojas ♦ Elvira Santa Cruz ♦ Graciela Mandujano ♦ Gabriela von Bussenius ♦ María Monvel ♦ Elvira Lyon de Subercaseaux ♦ Teresa Valderrama Larraín ♦ Natalia Rubio ♦ Teresa Ossandón El Peneca (Editorial Zig-Zag)/1908-1960 Para Todos (Editorial Zig-Zag)/1927- 1931